Parte 46 - Vacunas y homeopatía

Vacunas y homeopatía


   Es antigua la controversia en torno a las vacunas.
Uno de los aspectos mas cuestionados ha sido la incidencia de reacciones agudas y crónicas que van desde leves hasta severas y en ocasiones mortales.
   A la largo de las últimas décadas cada vez se acumulan mas indicios que vinculan las vacunas en la infancia a un número importante de trastornos entre los que se incluyen disfunciones cerebrales mínimas, trastornos del aprendizaje, de conducta, autismo, epilepsia, esclerosis múltiple, parálisis, lesiones cerebrales, encefalopatías, lupus, alergias, otitis, asma, muerte súbita en bebés, artitis reumatoidea y cáncer entre las mas habitualmente mencionadas.
   En países como EEUU donde se reportan en mayor medida los casos afectados y denunciados, han determinado la creación de una Ley de compensación por los daños provocados.
   Por otra parte, distintos investigadores en el mundo han puesto en duda la supuesta eficacia de las vacunas como medio de prevención de las enfermedades infecciosas en la población.
No hay estudios convincentes comparativos que revelen la ventaja entre vacunar y no hacerlo.
   Paradójicamente se ha observado la aparición de casos de enfermedad en poblaciones antes vírgenes de las mismas, luego de ser masivamente vacunadas.
Se ha reconocido que las grandes epidemias infecciosas dejaron de tener gravitación masiva ya a mediados del siglo XIX, vinculados especialmente a las mejoras en las condiciones de higiene, alimentación, vivienda y educación de la población, bastante tiempo antes del inicio de la era de la vacunación.
   No hay justificaciones de peso para el inicio de los planes de vacunación infantil a tan tempranas edades, estando en realidad vinculados por razones prácticas a los tradicionales controles pediátricos que se realizan durante los primeros meses y años de vida.
   Debiera considerarse entre tantos aspectos, el golpe y el sobreesfuerzo inmunológico que puede significar para un organismo aún inmaduro, recibir la abrumadora carga antigénica bacteriana y viral de varias enfermedades en una misma instancia vacunal.
   Por otra parte los métodos de vacunación inyectable atraviesan de modo artificial las barreras defensivas cutáneo mucosas donde se inician importantes mecanismos inmunológicos, pasando directamente a la sangre ignorando esta valiosa instancia reactiva normal del organismo para enfrentar las enfermedades.
   Resulta preocupante a la vez la presencia de componentes en las vacunas como derivados de mercurio, hidróxido de aluminio, formaldehido, que en ocasiones pueden ser tóxicas, así como elementos bacterianos o virales que contienen aún posibilidades activas de generar enfermedad.
   En realidad se desconoce en gran medida las consecuencias de la vacunación a largo plazo, existiendo por parte de distintos investigadores la sospecha de que el incremento de patologías serias como trastornos neurológicos e inmunológicos crónicos en los últimos 30 años especialmente en la infancia está vinculado a alteraciones genéticas provocadas por la vacunación.
   Todo lo mencionado apunta a considerar la vacunación como una herramienta terapéutica a la que cada ciudadano y familia tiene derecho, como en cualquier terapéutica, a recibir información sobre sus beneficios y riesgos y decidir si la escoge o no.
   La imposición obligatoria de esta medida atenta contra el derecho humano a la libre elección de los medios con que cada individuo desee tratar su salud, ya que no existe un criterio médico unánime que apoye esta estrategia.
   Las trasnacionales de los laboratorios en asociación con los funcionarios de la salud Pública en el mundo han establecido una infranqueable alianza de poder que impiden la diversidad de criterios médicos y el derecho ciudadano a la libre elección en una materia de la trascendencia que tiene la salud.
Se puede de este modo estimar una idea del multimillonario negocio que significan las vacunas.
   Existen pruebas suficientes que las vacunas no son probadamente efectivas ni tampoco inocuas, especialmente para determinados individuos, aspecto que no se ha investigado con la profundidad y recaudo necesario para exigir la vacunación obligatoria a toda la población.
Esta medida autoritaria y el modo en que se exige y se persigue el carnet de vacunación por ejemplo en todos los trámites escolares, recuerda la inquisición medieval, nefasta condición de la que el hombre parece no haberse desprendido.

   No debiera encararse este tema como una lucha aislada contra las bacterias y virus, que por otro lado, han formado parte de la vida en la tierra mucho antes de la llegada del hombre, sino como un aprendizaje ecológico hacia la convivencia armoniosa de las especies y de los mecanismos para fortalecer la inmunidad natural.
   Recordemos que muchas bacterias y gérmenes forman parte de la flora normal de nuestro organismo y colaboran con distintas funciones.
Son esenciales por ejemplo también en el reciclaje y descomposición de la materia orgánica donde cumplen una tarea ecológica fundamental.
Los microorganismos tienen una lógica en el sistema, reconocen la pérdida o incoherencia de la energía vital y comienzan a cumplir su trabajo.
   La enfermedad es producto de un desequilibrio que se refleja en la debilidad del sistema inmunitario y como consecuencia, muchos gérmenes antes inofensivos en este disbalance, se vuelven mas activos, o en otras palabras mas peligrosos para el organismo. Lo esencial es entender que no es eliminando los gérmenes sino fortaleciendo la inmunidad, es decir equilibrando la energía vital como se gana la batalla de la vida.
   Se sabe de la alta capacidad de mutación y resistencia de los microorganismos que se vuelven mas fuertes a medida que se intenta fallidamente eliminarlos. Siempre sobreviven algunas cepas que se multiplican y vuelven aún mas violenta su condición en el medio, determinando paradójicamente que los seres humanos deben enfrentarse así a microorganismos cada vez mas agresivos.
   El Dr. Eduardo Yahbes, médico homeópata argentino ha desarrollado desde hace años un estudio y recopilación de datos e información basado en documentos y autoridades de respaldo internacional en torno al tema de las vacunas y al derecho a la libre elección, por lo que aconsejo la lectura del material que presenta en la página: www.librevacunación.com.ar
   En el repertorio hay un valioso rubro al respecto
Trastornos por vacunación